Las limpiezas estacionales son una oportunidad para mejorar y aprovechar al máximo los espacios interiores y exteriores. También son una oportunidad para inspeccionar las instalaciones y realizar trabajos de mantenimiento para maximizar la percepción de un entorno limpio y ordenado.

Las zonas dedicadas a la acogida de clientes y proveedores son la tarjeta de presentación de cualquier instalación, por lo que es aconsejable empezar por los espacios destinados a este fin, como las entradas, los accesos, los patios y los aparcamientos, ya que son las zonas más descuidadas y expuestas a los factores externos.

Por lo tanto, las actividades de limpieza deben ser precisas en estas zonas exteriores para transmitir sensaciones de seguridad, tranquilidad y confianza a sus clientes y visitantes: aquí tiene 3 pasos para limpiar sus zonas exteriores de la mejor manera posible.

La limpieza estacional de las zonas exteriores puede ser más exigente que la de las zonas interiores, que se benefician de una limpieza regular durante todo el año.

Durante la temporada de invierno, debido al frío y a las duras condiciones, se tiende a descuidar la limpieza y el mantenimiento de los espacios exteriores. Sin embargo, estos espacios son los que más se desgastan al estar expuestos a la intemperie y a los factores externos en general. Durante los meses más fríos, la suciedad, el polvo y las hojas pueden acumularse y provocar daños. Por eso se recomienda revisar todos los espacios exteriores para eliminar los residuos, las telarañas y la suciedad, y buscar cualquier grieta o defecto que haya que arreglar.

La clave es: organización. La planificación es un paso crucial sin el cual se corre el riesgo de ser improductivo e ineficiente.

La fase de organización es esencial para planificar detalladamente las actividades de limpieza, cuantificar el tiempo que hay que dedicar e identificar las herramientas más adecuadas para las operaciones necesarias.

Como ya se ha dicho, es útil elaborar una lista de todas las zonas que hay que inspeccionar, anotando progresivamente las actividades de limpieza y mantenimiento necesarias.

Se aconseja proceder de las zonas más externas a las más internas y de arriba a abajo, para limpiar sin ensuciar las zonas ya tratadas.

A continuación le ofrecemos una lista de control como ejemplo para ayudarle a planificar con éxito la limpieza de los espacios exteriores:
1. limpiar los suelos exteriores de la entrada y el aparcamiento.
2. revisar el tejado y retirar las hojas y los residuos.
3. limpiar las ventanas, las persianas y las mosquiteras. Lavar las cortinas exteriores.
4. limpiar las terrazas, balcones y barandillas.
5. limpiar las fachadas exteriores eliminando moho, telarañas e insectos.
6. limpiar los muebles del jardín o de la terraza.
7. arreglar el jardín eliminando las malas hierbas, las hojas secas y las ramas caídas.

Además de los equipos convencionales, como esponjas, paños y fregonas, existen herramientas profesionales que, si se eligen con cuidado y se utilizan correctamente, permiten limpiar a fondo incluso las zonas más sucias para obtener unos resultados finales excelentes.

A la hora de planificar las actividades de limpieza, es necesario obtener equipos específicos y adecuados para realizar este tipo de operaciones.

¡Las herramientas marcan la diferencia! El objetivo es utilizar el equipo adecuado para el tipo de actividad con el fin de obtener los mejores resultados, reduciendo el esfuerzo y el tiempo de trabajo al mínimo.

Para llevar a cabo la limpieza en espacios muy grandes, en los que la superficie a limpiar es mayor y la suciedad es especialmente persistente, hay que utilizar tanto equipos profesionales como básicos.

La herramienta más eficaz para la limpieza de espacios exteriores es, sin duda, la hidrolimpiadora que, gracias a la correcta combinación de presión y caudal, permite eliminar la suciedad más incrustada, optimizando el tiempo y reduciendo el esfuerzo del operario. Con un chorro de alta presión y accesorios específicos, la hidrolimpiadora es eficaz para eliminar la suciedad, el moho, las manchas de óxido y pintura, el barro, el musgo y los excrementos de los pájaros de cualquier tipo de espacios exteriores como paredes, porches, bancos, muros bajos, suelos exteriores, aparcamientos y canalones.

IPC ofrece una amplia gama de hidrolimpiadoras de agua caliente o fría. Compactas, fiables y fáciles de usar, son ideales para operaciones básicas de limpieza. La gama incluye muchos modelos, desde los más sencillos con bomba axial hasta los que cuentan con motores eléctricos de inducción, considerados el tope de gama para uso doméstico.

La limpieza exterior de las paredes acristaladas es una actividad exigente y agotadora, sobre todo si las paredes en cuestión son de difícil acceso, por ejemplo en edificios como rascacielos, edificios con espejos o grandes instalaciones comerciales: a menudo el nivel de suciedad es muy alto y las condiciones de trabajo pueden poner en peligro la seguridad del operario.

En primer lugar, es esencial comprobar el estado de los cristales exteriores que, al estar más expuestos a la intemperie, estarán seguramente llenos de manchas y smog.

En general, es aconsejable limpiar los cristales en días no demasiado soleados, ya que el calor acelera el secado, provocando rayas molestas y difíciles de eliminar.

Para la limpieza profesional de grandes superficies acristaladas, IPC ofrece High Pure, un sistema práctico y funcional que sólo utiliza agua desmineralizada generada por un sistema de filtración de cuatro etapas. El agua purificada permite prescindir de los detergentes químicos y, en consecuencia, del uso de la escobilla de goma para las operaciones de secado, optimizando así el tiempo y los costes. High Pure es capaz de alcanzar puntos elevados gracias a las pértigas, evitando la instalación de andamios o plataformas aéreas. Puede utilizarse para lavar paneles solares o superficies de espejos verticales hasta una altura máxima de 16 metros.

Para la limpieza de superficies acristaladas a la altura de la cabeza, IPC también ofrece una amplia gama de limpiacristales profesionales que no dejan manchas en la superficie gracias al excelente poder de limpieza de las fibras de alta tecnología que llevan.

Con Squeegeetech es posible lavar y secar los cristales con la máxima versatilidad. Equipado con un paño de microfibra muy absorbente, este práctico utensilio asegura una limpieza a fondo de los cristales, mientras que la goma garantiza un secado rápido y sin rayas. Compatible con los mangos telescópicos, con Squeegeetech podrá limpiar ventanas y superficies de hasta 3 metros de altura, con la máxima seguridad.

Imprescindible para la limpieza de zonas exteriores gracias a la acción mecánica de los cepillos, la barredora elimina la suciedad, el polvo, las piedras, las hojas y los pequeños residuos del suelo de aparcamientos y entradas.

En función del tamaño de la zona a limpiar, la frecuencia de uso y el tiempo disponible, es posible elegir entre barredoras con conductor a pie y barredoras con conductor a bordo.

Compactas y fáciles de manejar, las barredoras con conductor a pie son ideales para limpiar superficies pequeñas y medianas. Gracias a su diseño funcional y a su depósito de gran capacidad, pueden eliminar fácilmente residuos como hojas y botellas, incluso en espacios estrechos.

Para saber más sobre nuestras soluciones, envíenos su solicitud a info@ipcleaning.net, y estaremos encantados de proporcionarle todo el apoyo que necesite.